Hoy me levanté con la sabiduría de Krugman y la autoconfianza de Friedman. OK, no tengo nada de eso, pero estoy leyendo un libro GROSO-GROSO, al que le toca ser robado en el día de la fecha. "El desarrollo ausente", de Azpiazu y Nochteff, 1994. Y entre tantas genialidades para un perejil como quien escribe, que recién empieza a estudiar economía, me encontré con el asunto de referencia y me dieron ganas de compartirlo.
El libro analiza desde un planteo schumpetero-kaleckiano, para el que eso le aporte algo, el desarrollo (o falta de él, en realidad) de la economía argentina a lo largo de nuestra historia. Sus causas, consecuencias, actores, momentos y toda la bola. Al respecto quiero decir que el post anterior a éste se basaba en algo que este libro dice (casi tan explícitamente como lo dije yo, aunque mucho más conceptualizado y profundo) y que yo no había leído todavía!!! No me sirve de nada mentir, posta, lo había "observado" yo a partir de otro texto de otros dos capos, como Katz y Kosacoff. La situación me deja dos alternativas. Either soy un genio or alguien ya me lo había sugerido y mi memoria me jugó una mala pasada.
La Enfermedad Holandesa Evolutiva (EHE) se asume en el libro como sinónimo de Estructura Productiva Heterogénea (EPH), así como de MDS (Modelo de Dos Sectores). Para contar qué es vamos a decir de dónde nació el nombre.
En la década del ´60 Holanda encuentra grandísimos yacimientos de gas natural y petróleo alrededor del Mar del Norte. ¿A quién no le vienen bien recursos de este tipo? Bueno, la cuestión es que por aprovecharlo, fue tal el nivel sostenido durante un par de años de las exportaciones de estos productos que las divisas que entraron por ese lado terminaron formando un núcleo de reservas que depreciaron muy fuertemente el florín. La industria holandesa era hasta ese momento desarrollada y muy competitiva, pero ahora el tipo de cambio se situaba en la paridad de costos (marginales) de los sectores primarios (PCSP), no ya en la anterior paridad de costos (marginales) de los sectores industriales (PCSI). ¿Qué quiere decir esto? Que el tipo de cambio que garantizaba a la industria holandesa poder importar los insumos necesarios y competir con las importaciones ahora estaba mucho más apreciado; o sea, ahora eran más caras las importaciones de esos insumos necesarios y la industria estaba mucho menos protegida. Un país desarrollado se encontraba ahora exportando bienes primarios, sin valor agregado y con una industria "ineficiente".
El paralelismo con América Latina es muy claro, sólo que acá nada de esto fue sorpresivo; al contrario, todo esto es permanente. Decimos entonces que la EHE consiste en la abrupta diferencia escalonada de productividad de los sectores con más ventajas comparativas de una economía, contra la productividad de los sectores con más desventajas comparativas de la misma economía. De ahí que EPH y MDS se consideren sinónimos. Por si quedan dudas: los sectores en Argentina son, muy esquemáticamente, el de bienes primarios y el de bienes industriales. (los servicios ocupan el lugar particular de bienes no transables, que acá no desarrollo porque no me dan las putas ganas).
Lo delicado de esto es que es, justamente, evolutivo. El caso holandés fue excpecional. Pero en Argentina, donde los monopolios no innovan ni son transitorios (como en economías desarrolladas), sino que se mantienen por políticas gubernamentales que acompañan el comportamiento de la elite económica, que elige cada opción blanda de acomodarse a las oportunidades externas en cada período, que es cómoda, que no innova y se apropia de reservas de mercado que retrasan (en términos de Kalecki) la dinámica de crecimiento y desarrollo... bueno, en ese marco sólo nos queda el subdesarrollo, en el que, encima, si seguimos manteniendo como principal sector exportador proveedor de divisas al sector primario, va a seguir siendo la misma gauchocracia de siempre que se indigna leyendo "Pobre patria mía" la que oficie de árbitro económico y se beneficie de cada crisis, en la que la devaluación parece la única salida posible. El viejo y nunca bien ponderado Stop and go.
Ese vendría a ser un poco el tronco del libro. Eso último, el comportamiento de la elite económica, vendría a ser la causa más importante de no haber dado nunca el salto de ser una Economía de Adaptación Tardía a una Economía de Imitación Creativa, o mejor aún, una Economía de Desarrollo (en los términos de los autores). Y las retenciones a la exportación, UNA de las patas de la solución al problema, junto con subsidios explícitos a las exportaciones industriales y otras varias más.
Lo loco de esto es que Diamand (que, para que me entiendan mis amigos socialíticos, es a la economía argentina lo que Víctor Hugo es al periodismo), junto con Braun, haya descrito ya una forma de EHE sin ese nombre en el ´72 que los eruditos de los países centrales ni se gastaron en leer (y que mucho más tarde analizaron y bautizaron la EHE).
En realidad, el caso que le da el nombre al fenómeno, dicen los autores, podría ser considerado una variante de la "Enfermedad Latinoamericana", o "Enfermedad del Subdesarrollo".
Hasta acá llega la nota económica del día. Gracias por leer y que tengan buena vida.
lunes, 6 de septiembre de 2010
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