Yo tuve un profesor en Instituciones de Derecho Público que me contó una historia sobre este tipo, Héctor Polino...
Resulta que en la sanción de la Ley 24.309 (conocida como el Pacto de Olivos), la cámara de origen (diputados) de la que Héctor Polino formaba parte pretendía que el mandato de senadores se redujera a 4 años. La cámara alta modificó este ítem, manteniendo la duración del cargo. Pero no giró de vuelta la Ley, la sancionó directamente, en una clara violación al trámite de reforma de la Constitución.
Polino fue a la justicia y después de la primera y segunda instancia, llegó a la CSJN. Pero ahí se encontró con la famosa "mayoría automática" de la corte menemista, con Nazareno y demás muñecos dando vueltas (y la usual disidencia minoritaria de Fayt).
La CSJN desestimó el caso, dando lugar al famosísimo "Fallo Polino" y luego algo similar pero menos increíble con el "Fallo Romero Feris". Con argumentos como que la Ley 24.309 no era una Ley; o que no había caso porque no había perjuicio concreto y particular sino general, la CSJN le dio la razón al Poder Ejecutivo Nacional. Un fallo con argumentos increíblemente endebles pasaba por alto la violación para el trámite normal de reforma de la Suprema Ley... ¿en virtud de qué?
Bueno, resulta curioso descubrir que justamente Polino sí veía afectados sus intereses particulares! Un poco menos de legalista y más de "no es lo mismo esperar 6 años que 4 para cobrar el sueldo de senador" tenía la posición del Convencional Constituyente. Pero a fin de cuentas el caso a la CSJN se le presentó con las irregularidades que se habían dado. ¿Qué pasó ahí? Bueno, nuevamente, Nazareno no podía hacer esperar mucho más a su amigo Carlos Saúl para que fuera efectiva la Reforma de la Constitución. Estábamos a Agosto y ya se tenía que presentar para la she-elección...
martes, 28 de agosto de 2012
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